Una de mis fascinaciones cuando joven era explorar con el soneto y a la
vez mantener los elementos tradicionales. Este es mi primer soneto. Lo
escribí cuando tenía 17 o 18 años. Curiosa o consecuentemente, mis
ejercicios con formas tradicionales, con métrica y rima, luego le dieron
gran soltura y balance al verso libre. Cómo la academia misma da
riendas para torcerle el cuello al cisne!
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