jueves, 16 de enero de 2014

Cine: Estrella brillante de Jane Campion


Cauteloso de las biografías, que tanto fallan por el afán de ser fieles, vacilé antes de comenzar a ver Bright Star (Estrella brillante),  film sobre los últimos dos años de vida del poeta John Keats y su relación amorosa con Fanny Brawne. Bastó saber que se trataba de una producción dirigida por Jane Campion, a quien se conoce más por su monumental El piano, para que me sentara cautivo ante el magisterio de una de las grandes directoras de cine y sin duda la más galardonada. Jane Campion es la segunda de apenas sólo cuatro mujeres que han sido nominadas para el Oscar (por dirección de un largometraje) y la primera en recibir la prestigiosa Palme D’Or de Cannes. Quizá de más valor son los reconocimientos de los críticos serios que la premiaron como mejor directora y guionista por El Piano (1994).

Con la producción de Estrella brillante (2009), Jane Campion de nuevo dedica su visión y su pluma (ella escribe sus propios guiones) a la vida de un escritor. En esta producción no nos encontramos con las contorsionadas pasiones psicológicas de sus films anteriores, pero sí con una meticulosa substanciación del amor. De manera magistral Campion ha recreado un personaje que la historia había olvidado, ya que el protagonista siempre ha sido el poeta John Keats, aunque sabido es que parte de la obra literaria y especialmente la obra epistolar de este gran bardo fue producto de la relación con su amada Fanny Brawne, a quien dedicó el famoso poema cuyo título también tiene el film.



Bright Star
     John Keats  

Bright star, would I were stedfast as thou art—
         Not in lone splendour hung aloft the night
And watching, with eternal lids apart,
         Like nature's patient, sleepless Eremite,
The moving waters at their priestlike task
         Of pure ablution round earth's human shores,
Or gazing on the new soft-fallen mask
         Of snow upon the mountains and the moors—
No—yet still stedfast, still unchangeable,
         Pillow'd upon my fair love's ripening breast,
To feel for ever its soft fall and swell,
         Awake for ever in a sweet unrest,
Still, still to hear her tender-taken breath,
And so live ever—or else swoon to death.


Estrella brillante
           John Keats

Estrella brillante, quisiera ser constante como tú,
no en solitario esplendor y firme en la noche,
divisando —con eterna y dilatada mirada,
como insomne y paciente eremita de la naturaleza—
las aguas y remansos en su religioso oficio
de ablución pura de las humanas costas de la tierra;
contemplando el suave y recién estrenado disfraz
de la nieve sobre las montañas y los páramos.
Sí, y seguir siendo constante, seguir inmutable,
recostado sobre el casto pecho de mi amada,
sintiendo para siempre el suave ir y venir,
despertando para siempre en este ansioso deleite;
y quieto, quieto, para escuchar su tierno aliento,
y vivir para siempre —o perecer en la muerte.

            (Traducción de León Leiva Gallardo)
                             
                                               
La trama de Estrella brillante se centra en los altibajos de la relación platónica (nunca consuman el amor carnal) y especialmente en la angustiosa entrega amorosa de Fanny Brawne, quien no duda en casarse con su amado poeta. Aunque Campion no le dedica mucho tiempo a los aspectos sociales (como suele hacerse en muchos films históricos), sí se establece que la familia de Fanny se opone a que se case con Keats porque el hombre no tiene los medios ni para sustentarse a sí mismo. La angustia de estos jóvenes amorosos (Fanny 18 y Keats 23) se divide en la pasión reprimida de Fanny y la lipidia de John Keats. Finalmente Keats tiene que irse a Roma para aprovechar el buen clima y curarse de la tisis, y seis meses después Fanny recibe la terrible noticia de su muerte.


Campion, como es de esperarse, tuvo la noble noción de enaltecer el personaje de Fanny Brawne, hasta el punto que la vuelve la protagonista, logrando de esta manera darle cierto balance a lo que en el cine generalmente se vuelve un expreso adulatorio del genio a expensas de los que lo rodean. Además que Fanny Brawne tiene su propio talento que sale a relucir en varias ocasiones. Además de ser modista, diseñaba su propia ropa, es muy creativa en cuestiones manuales y también tiene afinidad natural para la poesía. En varias escenas vemos a Fanny recitando poemas de su amado Keats, reiterando de este modo que su amor es quizá más por el poeta que por el hombre. (Esto sin duda lo decide cada expectador.)


                                  Jane Campion



Campion como gran visionaria de las cuestiones de la mujer, logra amalgamar los aspectos emocionales con los creativos por medio de tomas fecundas de la intimidad, la escritura y, muy importante para ambientar la poesía de Keats, de la naturaleza. El amor vedado de Fanny es tal que una vez cuando Keats está de viaje, tanto lo extraña que sufre un breve asalto de delirio, el cual se expresa genialmente con mariposas (negras y grises). Fanny y su hermana atrapan mariposas en el campo y luego las encierran en el dormitorio. El efecto es cabal, porque Fanny, en su aislamiento emocional, las mantiene en el dormitorio por tanto tiempo que eventualmente mueren. Esta escena, una de las más lúgubres como poéticas, es un indicio del prematuro fallecimiento del poeta y el amargo luto que habría de guardar Fanny. (La historia cuenta que la verdadera Fanny Brawne guardó luto por 6 años.)
 




No obstante la dominante presencia de Fanny Brawne, representada por la talentosísima Abbie Cornish, Campion también da lugar y humana atención al hombre, más que al poeta, y demuestra cómo fue la penosa vida de quien en sus últimos años vivió de la generosidad de sus amigos. El actor Ben Whishaw, que no es muy esbelto ni muy alto, encarna bien la débil constitución de Keats en sus últimos días; pero quizá más importante, nos brinda una representación convincente de un joven que abandonó su carrera de medicina por la poesía, un poeta que fue destruido por la crítica de su tiempo y un hombre que, según piensan algunos biógrafos, perdió hasta la vida por no haber recibido el reconocimiento que merecía. Sucede que luego de ser arrasado por los críticos, Keats se retracta tanto de la sociedad como de su amada Fanny. Durante su estadía en Roma, nunca le escribe a Fanny, sin duda para no angustiarla más con sus padecimientos.

 
(Como dato aparte: Keats murió creyendo que no merecía ser llamado poeta. Pero la historia habría de decir lo contrario. John Keats ahora es uno de los poetas románticos más leídos y venerados.)

 
 
                                                                                  León Leiva Gallardo
 

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